lunes, 2 de junio de 2014

Elogio de la dificultad

El texto, Elogio de la dificultad, me da a entender muchas de las cosas a las cuales, casi todas las personas, estamos acostumbrados a hacer, en nuestras vidas. Como por ejemplo, el yo quiero ser, quiero tener, quiero ir, quiero probar tal cosa… Todo esto, son un montón de deseos y anhelos que nunca se van a realizar porque uno nunca pone de su parte, de su empeño para hacer las cosas, por eso es que a veces uno fracasa en la vida, porque deseamos mal, porque no sabemos que es, lo que se quiere para uno de verdad, también porque uno no sabe cuál es el camino que debe seguir. Todo esto sería posible si se tuviera un sueño, en el cual se haría todo lo necesario para realizarlo, como estudiar, trabajar. etc. Y así poderse costear o cumplir todo lo que siempre se ha deseado, de lo contrario no.

En el mundo, todos los seres humanos desearían estar rodeados de placer, que los estén consintiendo, que los estén cuidando como a un niño recién nacido, con el mayor cuidado del mundo, en vez de esto, debemos desear un mundo en el cual nos toque luchar y trabajar arduamente para conseguir lo que queremos, y no desear un mundo lleno de satisfacción y placer. Pero, si nunca nos esforzamos en hacer las cosas bien, nunca vamos a progresar, el que si progresa, es el que se mata trabajando para poder vivir. Por ejemplo, el campesino que madruga a las cinco de la mañana a cortar el racimo de plátanos, por allá en la montaña, para venderlo en el pueblo,  y así ganar dinero para comprase su desayuno. También,  el hombre que va a coger café, aguantando sol, lluvia, mosquitos y animales salvajes como las serpientes, y todo esto para venderlo y tener con que comer.


clic sobre la imagen para ampliarla

Tal vez el problema de nuestro mundo, en la sociedad que vivimos, es que vivimos llenos de pereza, y sin ganas de hacer nada. Personas que no tiene nada que hacer en sus vidas, se levantan a las nueve o diez de la mañana, a esperar que les den de comer. Después se ponen a ver televisión o a jugar video juegos. Luego, sentarse frente al computador, entrar a internet y perder el tiempo en redes sociales o ponerse a ver videos tontos sin ninguna utilidad. Después esperar la comida, y echarse a dormir, sin haberse bañado o cepillado los dientes, o algún aseo personal. Parece que viviéramos como zombis, parásitos de quienes soportan este tipo de comportamiento.



En la vida deberíamos de ser un poco más arriesgados, y no vivir hartos de pereza. Porque, el que se arriesga, es el que trata de conseguir una vida mejor, y un mejor bienestar para él o para su familia. El que se arriesga y fracasa, al menos gana experiencia en su vida, no como el perezoso que no sabe que le deparara el futuro.

En conclusión, debemos saber bien lo que queremos para nuestras vidas, vivir libres de pereza y placeres, seguir conservando la voluntad de luchar para tener una sociedad diferente y continuar progresando en nuestros sueños y metas, para después en un futuro no muy lejano, estar satisfechos de cómo vivimos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario