jueves, 26 de junio de 2014

No existen hechos morales; tan sólo interpretaciones morales de los hechos

Es decir, que como tal no se puede hablar de hechos morales, ya que al acto de actuar frente a determinada situación no se le nombra como hecho moral, sino como comportamiento práctico-moral

Entonces, tenemos que hay actos y/o comportamientos práctico-morales e interpretaciones morales de los hechos, como también podríamos llamar interpretación ética-moral de los hechos, (moral reflexiva) ya que se trata pues de reflexionar acerca del “actuar” al que diariamente nos tenemos que enfrentar, valorando de un modo las decisiones tomadas y juzgando de una manera crítica sus consecuencias ya sean buenas o malas.

Al decir que no existen hechos morales y que solo hay interpretaciones morales de los hechos, se está afirmando que solo se da la reflexión de los hechos y que los mismos como tal no aplican así, entonces, se pasa del plano de la práctica moral al de la teoría moral; o también, de la moral efectiva, vivida, a la moral reflexiva.

Se debe actuar de acuerdo a las interpretaciones o reflexiones morales de los hechos (moral reflexiva) y no a los hechos morales como tal, ya que es más fácil guiarnos por lo que la interpretación de cada hecho puede brindarnos a ayudar a decidir la opción correcta y no por la generalización que nos da respuesta pero no ayuda a tomar la decisión adecuada. También que, no se habla de hechos morales sino de comportamiento práctico-moral que orienta al cómo actuar diario.

Las acciones o hechos que ocurren en un espacio y tiempo son solo simples hechos. Lo que pasa es que al percibir estos hechos, cada uno de nosotros los interpreta de manera diferente, y decimos si es bueno o malo. Aquí podemos utilizar la teoría de Albert Einstein “todo es relativo”, cada uno de nosotros somos una coordenada que percibimos el mismo acontecimiento o hecho; así todos lo vemos de diferentes maneras y cada una de muestras percepciones es válida a partir del proceso de reflexión de cada una de las personas. Por ejemplo, cuando se hizo el trabajo colaborativo N°1 sobre “el aborto y la eutanasia” todos pensábamos de manera diferente frente a estos términos, porque cada persona procesa la información de diferentes maneras, según lo que ha observado o le han enseñado en el transcurso de la vida.

Emplear los términos ética y moral correctamente,  ya que el término “moral” sirve  para mencionar las valoraciones particulares surgidas dentro de los contextos experienciales y el termino “ética”  sirve para designar las valoraciones genéricas elaboradas en las doctrinas filosóficas. Por consiguiente todas las interpretaciones que cada uno de los individuos hace o procesa a partir de un hecho son validas.

A veces las acciones o actos que hacen las personas, ya sea que vayan encaminados para el bien o para el mal, son actos que forman una imagen en nuestro cerebro a partir de las partir de las percepciones del acto que forman la impresión, estas son las interpretaciones, y nosotros como sujetos pensantes y a partir de nuestros principios éticos decimos si eso es bueno o malo.

Los hechos son resultados de las decisiones tomadas situaciones concretas (problemas practico-morales), ya que una persona actúa moralmente cuando se enfrenta a los problemas, tomando decisiones, juzgándolas y se reflexiona sobre el comportamiento práctico, y cuando se reflexiona sobre las conductas morales se conoce como problemas teórico-morales.

En vista de que el ser morales implicaría saber orientar nuestra conducta o comportamientos, para tomar decisiones en cuanto a que hacer en determinadas situaciones, vimos que difiere de la ética la cual sólo nos ayuda a buscar con que criterios actuamos de cierto modo u otro, y además la moral no nos permite identificar que es lo “bueno” o “malo”, ya que eso le corresponde a la ética, pero nos permite tener valores, y en base a esos valores se actúa conforme a ellos y en lo que respecta nuestra conciencia, y puede decirse que esto parte de aquellas normas o reglas morales. 

Aunque a partir de lo moral, hacemos valoraciones, de las experiencias, cuando se habla de ética se hacen valoraciones universales, y de ahí que al hacer un “enunciado moral” se haga con el fin de orientar de algún modo la conducta de una persona, como por ejemplo “debes obedecerme”, o “no debes mentirme”, y es desde esa perspectiva que sólo existen interpretaciones morales de nuestros actos, hechos o conductas.

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