sábado, 1 de febrero de 2020

Relaciones de sentido entre la educación, la pedagogía y el desarrollo humano


Una de las mejores inversiones que siempre podrá realizar la humanidad es la implementación de un sistema educativo que garantice el desarrollo personal, emocional, social, político, humano y en todas sus temas ramificaciones. Esto se logrará con solucionando los asuntos que acarrean la sociedad los cuales impiden el avance en el desarrollo de la humanidad, la adquisición de una cultura trascendental y saludable y, sin lugar a dudas, el de las próximas generaciones.

Es claro que para desear un desarrollo humano es necesario una articulación bien pensada en los modelos de educación, pues de esto dependerá la evolución que tendrá el estudiante en todos sus ámbitos como sujeto de la sociedad donde habita y su interacción con ella.

 “… el sistema educativo pasa a ser una prioridad fundamental para la construcción de sociedades más inclusivas y justas, y la educación —concebida como “acción humanizadora”— se asume como una de las herramientas más propicias para contribuir al mejoramiento de la calidad de vida.” (Horacio, 2013)

Para la creación e implementación de tal sistema educativo y todo lo que compone estudiantes, profesores, amientes de aprendizaje, bienestar de los actores de aprendizaje, entre otros; será siempre encaminado a la mejora continua y en pro de las generaciones jóvenes, como lo expresa Sánchez (2008):

“Las nuevas sociedades del conocimiento se construyen teniendo en cuenta las generaciones venideras y la realización de un proyecto común: el desarrollo del hombre y de la humanidad […] Establecen un nexo entre el progreso del saber, el desarrollo de las tecnologías y las exigencias en materia de participación, dentro de la prospectiva de una ética del futuro.” (pp. 23-43)

Dentro de esa expectativa de una ética para el futuro es implícito y explicito trascender el modelo de vida e interacción que se tiene y se vive por uno en el cual tenga un enfoque cooperativo donde la palabra constructiva tenga su liderazgo de cambio. Esto es resaltado por Ferreyra y Peretti, 2006:

“Este sujeto ha de estar en capacidad de transformar la realidad y no solo de adaptarse a ella. La educación auténtica no entiende lo pedagógico como una cuestión meramente técnica e instrumental, centrada en el aprendizaje individual; por el contrario, rescata la importancia de los procesos de aprendizaje y de enseñanza como instancias de producción dialógica colectiva y de negociación cultural.”

Ahora bien, para lograr tales cometidos es necesario dejar de lado rasgos discriminatorios que impiden la una sana práctica social en el cual los sujetos de aprendizaje logren la comunicación asertiva en su bienestar en la vida.

“En primer lugar la educación como práctica. Es decir, la educación es una relación social entre sujetos en formación, que pueden ser y tener capitales sociales y culturales diversos, pero que en el diálogo, en la comunicación van descubriendo sus niveles de conciencia y de posicionamiento en la vida. Cada cual con su especificidad y su legitimidad de origen. Y esto independientemente de su edad, de su calidad socioeconómica, de su raza y de su género. Lo importante es la relación formativa que se establece entre ellos, formativa desde el conocimiento y sobre todo en sus calidades de sujetos en devenir de ser.” (Contreras, 2007)

Por lo tanto, es claro que para lograr el desarrollo humano, con una cultura transformadora y saludable y para las generaciones venideras es necesario solucionar ciertos asuntos que aquejan la sociedad y la educación, como lo expresa la ONU en 1987:

“Le corresponde, entonces, a la educación, como clave para el desarrollo humano, en interacción con las demás esferas sociales, constituirse en fuente de oportunidad para construir respuestas situadas en relación con los problemas derivados de los procesos simultáneos —y, a veces, contradictorios— de mundialización, regionalización, democratización, inclusión, polarización, marginación y exclusión. Puede ser este uno de los caminos alternativos que conduzca al logro de un desarrollo humano que les permita a las personas satisfacer sus necesidades (económicas, sociales, de diversidad cultural y de un medio ambiente sano), sin poner en riesgo la satisfacción de estas por parte de las generaciones futuras.”

Referencias

Contreras, R. P. (2007). Educacion y Desarrollo: Relacion Permanente en la Practica, Conceptos equivocos y diferentes en los discursos politicos. Concepcion, Chile: Revista de Estudios y Experiencias en Educación. Obtenido de https://www.redalyc.org/pdf/2431/243117032003.pdf
Horacio, A. F. (2013). La educación: clave para el desarrollo humano Una perspectiva desde la educación auténtica. Bogotá: Análisis. Revista Colombiana de Humanidades. Obtenido de https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=515551537003

No hay comentarios:

Publicar un comentario